Fin de semana en Bélgica en parejita - PRÓLOGO
Todos los viajes tienen un comienzo, y algunos de ellos empiezan desde la insistencia. Hasta hace relativamente poco tiempo, viajar no me decía nada, había salido solo una vez de España, para ir a París, con 14 años, era un criajo y apenas tengo recuerdos del viaje. Hace unos 4 años mis padres dijeron de ir a Roma por vacaciones y fue un viaje que me gustó mucho, pero no fue hasta el año siguiente cuando fuimos a Londres, cuando de verdad me picó el gusanillo con esto de viajar, y desde entonces han caído muchos países, muchos bocatas y muchas anécdotas.
Pasé por la fase del ansia, la cual completé cuando hice mi Inter-air ’07, convirtiendo una obsesión en una locura de la que me sentí super orgulloso, organizando yo solito un viaje de 2 semanas recorriendo Europa, cogiendo 8 aviones y viendo sitios fascinantes. Tras esto el ansia se convirtió en pasión, la que siento cada vez que planifico un viaje, haciendo que disfrute casi tanto con ello que con el viaje mismo.
He tenido la fortuna de que siempre ha habido alguien dispuesto a compartir un viaje conmigo, siempre en pareja, y siempre distinto compañero. Lo bueno de esto es que la persona con la que compartes un viaje es muy probable que sea un amigo para toda la vida, pues compartes momentos que quedan para siempre.
Y aquí estaba el problema, tras unos cuantos viajes, saltando de flor en flor, me empeciné en que el siguiente viaje lo quería hacer con mi novia, porque quería compartir con ella momentos que no se consiguen yendo a Torremolinos XD Al principio ella se resistió, porque viajar no es lo suyo, y tanto insistí tanto insistí, que acabé por no insistir más, y como aquel tópico famoso, cuando dejé de insistir, conseguí lo que buscaba! Y lo mejor de todo es que me lo propuso ella!
Así que nada, con el “sí”, ahora quedaba lo más chulo: planificar el viaje! La duración estaba clara: un fin de semana, justo en el que hacíamos 6 años. El lugar: donde Ryanair nos llevara, como siempre :D Se barajó Escocia, Suiza, Amsterdam y Bélgica, y al final cayó ésta última. Y así fue como comenzó el viaje, por fin no uno mío, sino uno nuestro.
Pasé por la fase del ansia, la cual completé cuando hice mi Inter-air ’07, convirtiendo una obsesión en una locura de la que me sentí super orgulloso, organizando yo solito un viaje de 2 semanas recorriendo Europa, cogiendo 8 aviones y viendo sitios fascinantes. Tras esto el ansia se convirtió en pasión, la que siento cada vez que planifico un viaje, haciendo que disfrute casi tanto con ello que con el viaje mismo.
He tenido la fortuna de que siempre ha habido alguien dispuesto a compartir un viaje conmigo, siempre en pareja, y siempre distinto compañero. Lo bueno de esto es que la persona con la que compartes un viaje es muy probable que sea un amigo para toda la vida, pues compartes momentos que quedan para siempre.
Y aquí estaba el problema, tras unos cuantos viajes, saltando de flor en flor, me empeciné en que el siguiente viaje lo quería hacer con mi novia, porque quería compartir con ella momentos que no se consiguen yendo a Torremolinos XD Al principio ella se resistió, porque viajar no es lo suyo, y tanto insistí tanto insistí, que acabé por no insistir más, y como aquel tópico famoso, cuando dejé de insistir, conseguí lo que buscaba! Y lo mejor de todo es que me lo propuso ella!
Así que nada, con el “sí”, ahora quedaba lo más chulo: planificar el viaje! La duración estaba clara: un fin de semana, justo en el que hacíamos 6 años. El lugar: donde Ryanair nos llevara, como siempre :D Se barajó Escocia, Suiza, Amsterdam y Bélgica, y al final cayó ésta última. Y así fue como comenzó el viaje, por fin no uno mío, sino uno nuestro.
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