Navidad en Francia (Prólogo)

El año anterior pasamos la nochevieja en Londres, y este año unos queríamos repetir experiencia. Y subirse al carro de las nochevieja internacionales otros. Así que con bastante antelación empezaron a circular correos por el grupo de amigos, sabiendo que sólo unos pocos iban a seguir adelante. Algunos dijeron que sí cuando aún no había un destino fijo, y parte de estos se fueron descolgando del pelotón conforme se acercaba la fecha límite, hasta que a la hora de la verdad sólo quedamos tres.

Cuando empezamos a descartar destinos y a darle forma al viaje, acabamos decidiendo que haríamos en coche el trayecto Jaén - París - Jaén en poco menos de una semana. De forma que, como siempre, a golpe de diarios de viaje y Google Earth trazamos la ruta de ida y de vuelta. Reservamos el alojamiento en cada ciudad. Nos dejaron prestada una guía de Francia (¡gracias Carlos!), diccionarios de Francés y un callejero de París (¡gracias María!)

Y el 28 de Diciembre salimos de Jaén, donde estábamos pasando la navidad viendo a la familia, y sin mucha historia, llegamos a Madrid para hacer la primera escala. Nosotros sentíamos que ya había empezado el viaje aunque técnicamente empezaría al día siguiente, ya que este trayecto sólo era de aproximación y para poder descansar en nuestros pisos. Pasé por mi piso a deshacer la maleta de haber pasado la navidad en Jaén con la familia y rehacer la maleta de pasar la nochevieja en París con los amigos. Mientras tanto, Edu y Jose pasaron por el supermercado a comprar víveres para la semana. Entre otras cosas: paté para parar un tren, una tripa de chorizo del tamaño de un bate de baseball, un buen puñado de ensaladas envasadas...

Los recogí en la salida del supermercado, metimos las bolsas en el maletero, y nos fuimos a cenar a casa de Jose. Charlamos de todo un poco y dormimos allí mismo los tres, esperando impacientemente que llegase la hora de partir.

Cuando a la mañana siguiente sonó el despertador, Jose ya llevaba un rato despierto. Preparamos un par de cafeteras. Tomamos un café en casa y el resto lo metimos en un termo para el camino. Nos colgamos las cámaras al hombro, metimos las guías y diccionarios bajo el brazo, cargamos las maletas en el Zafira de Edu y partimos rumbo al norte.